La obra se describe como un "cuento medioambiental con aliños de Las Cuatro Estaciones de Vivaldi".
Els Joglars representan "La Cena" en el Teatre Calderón de Alcoy
La compañía catalana representa su obra en dos representaciones los días 30 de abril y 1 de mayo.
"La cena" es una crítica a la frivolidad con la que se hace política y el menosprecio por el medioambiente.
Els Joglars vienen avalador por el éxito obtenido con esta obra en los mejores teatros del país.
El jueves 30 de abril a las 21.00 horas y el viernes 1 de mayo a las 21.00 horas, (venta de entradas SERVICAM y taquilla del mismo Teatro - Consultar descuentos en Taquilla y www.teatrecalderon.com), la mítica compañía de teatro catalana Els Joglars, llega al Teatre Calderón de Alcoy con su obra "La Cena". Vestida con su particular forma de hacer teatro, La Cena ha sido definida por Albert Boadella como "un cuento medioambiental con aliños de Las Cuatro Estaciones de Vivaldi".
Algunas razones que nos han impulsado a construir la Cena
Vivimos en la época de mayor esplendor del Tartufo. El gran personaje de Molière tiene hoy su máxima expansión en nuestra sociedad. Raudales de palabras altisonantes y una ostentación pública de filantropía son las señas de identidad de una época exhibicionista que se finge magnánima.
En este sentido, observamos el gran negocio del medioambiente y la frivolidad política sobre un tema que afecta a toda la humanidad. El disparate se halla en el constante estímulo de una política de consumo compulsivo que al mismo tiempo provoca el supuesto cambio climático mientras se proponen simulacros de lucha por un mundo sin contaminación.
Constatamos una demanda progresiva de dioses laicos, ya sea en las tendencias apocalípticas o, incluso, en la gastronomía y el ocio. Ello induce a una natural predisposición social para convertir en doctrina ordenancista cualquier liderazgo, invocando razones superiores a la libertad individual, como puede ser la salvación del planeta.
En definitiva, el glaciar Perito Moreno seguirá retrocediendo si le da la gana, pero también es posible que lo haga si tanto empeño ponemos en ello.
La Cena es una sátira que se desarrolla en distintos ámbitos centrados en el tema del medio ambiente y el cambio climático.
La obra se inicia a través de la preparación de una cumbre internacional sobre cuestiones climáticas celebrada en un Parador Nacional, y en la que el Gobierno español se responsabiliza de la cena de clausura. En dicho ágape, se pretende deslumbrar a los mandatarios extranjeros ofreciendo un menú encomendado a un genio gastronómico, como demostración de alta cocina vanguardista respetuosa con la ecología y el medioambiente. Este es el motivo bajo el que se inicia la obra y a través del cual nos va introduciendo en algunos de los aspectos esenciales del tema:
- La impostura y la frivolidad con que las administraciones políticas tratan las cuestiones que tienen que ver con la naturaleza y el medioambiente.
- El fomento de los temas ecológicos y del cambio climático, promovidos en versión catastrofista, lo cual engendra una nueva moda que inspira su tratamiento como forma contemporánea de religión.
- La disposición de la gente a seguir cualquier quimérico o astuto majadero publicitado por los medios y decidido a subyugarles invocando una razón de orden superior. En este caso, el pretexto es la supuesta destrucción del planeta.
Confiamos en que la ola de puritanismo no pretenda ahora legislar contra el humor sobre los nuevos tartufos, disfrazados hoy de paladines del altruismo y el progreso sostenible. Siempre nos quedará la sátira como respuesta civilizada a la impostura.
Nueve actores. Seis meses de ensayo. Sólo una tarima y una mesa en la escena. Como fondo, la reproducción del mapamundi renacentista del Palazzo Farnese. El montaje se sustenta sobre 47 años de andanzas de Els Joglars y la bolsa cosechada en la obra anterior. Nada más. Estos son los sobrios ingredientes con los cuales empezó un proyecto que hoy es el espectáculo que van a contemplar.
En cuanto a los contenidos, permítanme un farol: Utilizamos el largo tiempo de preparación para conseguir que no sea necesario indicarles nada más de lo imprescindible sobre el tema. Transformar lo complejo en sencillo y comprensible, y no al revés, debería figurar como la cualidad esencial del artista, pero nuestro tiempo se inclina por acompañar las obras con estuche literario altisonante. Lo que yo pueda decirles aquí no cuenta para nada, y solo serviría como justificación de mis inevitables errores en el oficio de contar una historia. Al mismo tiempo, supondría desconfiar de su propia capacidad de percepción.
La suerte está echada y, al abrirse el telón, empezará el único discurso auténtico y veraz del artista: la obra.
Confío en que su disfrute sea equiparable al que nosotros experimentamos en cada representación
Albert Boadella.
Más información: www.teatrecalderon.com
Telf: 639676318
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