viernes, 16 de noviembre de 2007

“PIE DIABÉTICO”: primera causa de amputación no traumática de los pies


La diabetes mellitus es una de las enfermedades más frecuentes en la sociedad moderna y un importante problema de Salud Pública, por el elevado número de casos que se dan hoy en día, y porque el número de afectados aumenta constantemente, pudiendo adquirir el rango de epidemia en los próximos años.

En términos médicos, se conocen cuatro tipos de diabetes: la diabetes tipo I, conocida como la diabetes mellitus dependiente de insulina; la diabetes tipo II, entendida como diabetes mellitus no dependiente de insulina; la diabetes gestacional que se desarrolla entre un 2 y un 5% de todos los embarazos; y otros tipos específicos de diabetes que son consecuencia de síndromes genéticos específicos. En concreto, la diabetes mellitus es un grupo de enfermedades caracterizadas por niveles altos de glucosa en sangre debido a defectos en la secreción de insulina, o a defectos en la acción de la insulina, o bien a la combinación de ambos factores. Este hecho viene acompañado de complicaciones crónicas de carácter cardiovascular, neurológico, renal y oftalmológico. Finalmente, muchas de estas complicaciones se proyectan en los pies, en lo que se conoce como patología del pie diabético.

Las complicaciones asociadas al pie diabético consisten básicamente en la neuropatía (pérdida de la sensibilidad como consecuencia de la propia enfermedad) y posterior desarrollo de úlceras en los pies por el uso de un calzado inadecuado que puede producir un aumento local de la presión y la aparición de una herida (traumatismo mecánico). La herida degenera en una úlcera a causa de las deficiencias cardiovasculares del paciente y de otros factores agravantes, como la infección y la propia neuropatía e isquemia. Este proceso degenerativo del pie puede poner en peligro la pierna e incluso la vida del diabético. Finalmente, la patología del pie diabético puede afectar a su actividad socio-laboral, alterar sus relaciones familiares, suponiendo un elevado coste económico tanto para el enfermo como para la sociedad.

En España, el 10% de la población sufre diabetes, mientras que un 15% de los pacientes que sufren de diabetes, desarrollan problemas de pie diabético. Esta enfermedad afecta mayoritariamente a la población entre 45-65 años, aunque la edad a la empieza a aparecer la enfermedad es cada vez más temprana.

Los cuidados diarios del pie diabético que ha evolucionado hacia la ulceración son muy costosos, e incluso se puede dar la necesidad de hospitalización. Estas alteraciones pueden evolucionar hacia gangrena y finalmente amputación, con un elevado impacto social, laboral, económico y personal. Por otra parte, los sujetos con diabetes mellitus tienen diez veces más probabilidad de sufrir una amputación que la población que no

Planteamiento
Las úlceras y amputaciones del pie en los sujetos diabéticos representan una de las causas más importantes morbilidad y discapacidad, además de una gran repercusión en el terreno emocional, físico y social de estos pacientes. Además, esta patología indefectiblemente está asociada a un importante consumo de recursos sanitarios.
El diagnóstico precoz y el tratamiento de los factores de riesgo que condicionan esta complicación diabética, son el mejor instrumento para evitar su aparición. Lógicamente, esta actitud debe comenzar antes de la existencia de úlceras, o de que la presentación de las mismas sea inminente.

Nuestro objetivo principal está dirigido a la prevención y diagnóstico precoz de los factores de riesgo que condicionan la aparición de la úlcera y posterior amputación del pie en el paciente diabético (pie de riesgo). Como objetivos secundarios nos planteamos el tratamiento de las lesiones neuropáticas o isquémicas ya establecidas, de una forma organizada y coordinada entre las distintas especialidades implicadas en estas patologías. Estos objetivos pretendemos lograrlos de forma sistemática mediante la aplicación de protocolos consensuados.

Situación actual
La diabetes mellitus es considerada como una enfermedad vascular puesto que el 60-75 % de su mortalidad se produce por complicaciones coronarias y cerebro-vasculares.
Entre un 15-30 % de los pacientes diabéticos padecerán a lo largo de su vida gangrena o úlceras cutáneas. Los trastornos tróficos suponen el 25-30 % de los ingresos hospitalarios de estos pacientes, siendo esta su causa más frecuente de hospitalización. El riesgo de sufrir una amputación en un paciente diabético oscila entre el 15 y el 30 % y aproximadamente la mitad de las amputaciones realizadas en los países desarrollados son en pacientes diabéticos.

El 8.5 % de los diabéticos en el momento de su diagnóstico presenta enfermedad arterial de extremidades inferiores, manifestada por ausencia de pulsos o Indice tobillo/brazo (ITB) menor de 0.9. Estas cifras aumentan a un 15 % a los 10 años de evolución de la enfermedad y a un 45 % a los 20 años.

Además, la existencia de enfermedad arterial hace que se considere el pie de un diabético como de alto riesgo para la aparición de úlceras, y la presencia de una úlcera en un diabético con isquemia (isquemia crítica) implica al año una mortalidad del 20 % y una pérdida de la extremidad del 70 %, cifra que baja a un 25 % si se realiza la revascularización quirúrgica. padece la enfermedad, siendo en ocasiones la mortandad perioperatoria del 6% y la postoperatoria de hasta un 50% a los tres años. Antes estos alarmantes datos cabe preguntarse qué medidas preventivas o correctoras podrían ponerse en marcha. Entre ellas y muy eficaces según todos los estudios internacionales estaría:

La Incorporación del Podologo en los equipos de Salud formando parte de un equipo multidisciplinar con internistas, cirujanos vasculares, tecnicos ortopedas, enfermeria etc en la prevención y curación de la patologias derivadas de la diabetes en el miembro inferior. Esto reduciria el numero de amputaciones en un 80% según los estudios mas relevantes.

Por todo esto, desde el ICOPCV se pide a la administración una vieja reivindicación que es la inclusión de la podología dentro del Catalogo de Prestaciones del SNS y del podólogo como personal estatutario de la Conselleria de Sanidad.

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